Carrete Freak: un regreso inesperado.
Tal cual. Después de largos meses donde no habían aparecido carretes donde las malas intenciones suelen ser el alma predilecta para quienes deseen divertirse un poco, más un poco de alcohol, anoche fuí partícipe de uno.
Tal vez debo narrar un poco el cómo se originó esto.
Digamos que cuando se va el o los gatos, los ratones hacen fiesta. En este caso fue literalmente. Es increíble que cuando los referentes parentales toman ausencia de la responsabilidad de ser autoridad en el hogar, los hijos se creen en un acabo de mundo y tiran la casa por la ventana.
Anoche fue eso. No daré nombres para no delatar identidades pero creo firmemente que quienes conocen sabrán a quiénes me refiero.
El pub improvisado fue en la casa de un personaje particular, últimamente con su virilidad menoscabada a causa de un impasse en un carrete reciente. De hecho, su nuevo apodo hace referencia a una conocida marca de cecinas.... pequeñas eso sí. Insisto, quien conoce sabe a lo que me refiero.
Luego de un par de sesiones pinponísticas, algunas cervezas y unos inventos culinarios con bastante sabor a sal (dicen que la intención es lo que vale), se dió paso a la amplitud de mente y comenzaron a aparecer cartas, penitencias, tragos...
Los juegos eran simples en su desarrollo, pero algo menos a la hora de ejecutarlos. Recuerdo que una de las cartas ordenaba poner la mano en la cabeza, pero digamos que nuestro cerebro con algunos grados más de aquella sustancia etílica suele confundir CABEZA con MESA. Resultado: con la mera obligación de ingerir un sorbo de una mezcla entre bebida y alcohol.
Hasta ahí iba todo bien. Pero suele suceder que en un afán de mejorar las relaciones sociales, algunas personas tienden a establecer vínculos entre sexo opuesto. Me explico. Alguien, a quien no voy a nombrar pero sólo diré que con autoridad es algo odioso, fue blanco de una serie de penitencias que apuntaban a la cercanía corporal donde su punto más álgido es a la altura de los labios. En otras palabras, un lindo, tierno y reconfortante patito, vulgarmente llamado también, piquito. La otra persona, tomó algo de su propia medicina.... aunque muiy molesta no se le veía, eso está claro.
Qué decir del resto?... participantes ansiosos de huir en el momento indicado, pero a la vez quedarse en un momento convenido. Veremos si realmente el juego tuvo su éxito puesto que hoy también se repite. Ah!, debo decir que el gestor de este Carrete Freak volvió a confirmar que hace caso omiso a los dichos de la gente: otra vez se mandó un show de proporciones. Digo proporciones en actitud, no en tamaño eso sí.
Insisto señor lector, usted que es padre, debe tomar algunas medidas precautorias en caso de abandonar su hogar. Es cierto ese mito urbano de que si usted se va durante unos días sus hijos revientan su hogar. Si no me cree, pregúntele a los padres del joven que tuvo su encuentro cercano anoche; desde el lunes comienza una nueva sesión de los carretes freaks en el Pub "El Murguero".
Habrá que ir.....
No podía dejar de existir un registro gráfico del evento..........

jajaja cabro weon la foto ke poni... dejo en claro ke es foto montaje... un truco.... ta wenoel comentario pero deveria haber nombres no? jajajajajaj