martes, mayo 03, 2022

 



Has vivido tan poco

¡Pero cuánto te has cansado!

en ese ir y venir de experiencias

que a tu alma han colmado.

 

 Y nos damos cuenta que la dulzura

no es un signo pasajero ni azaroso

es un síntoma, barrera, una coraza dura

que refrenda hacer todo menos pesumbroso.

 

Porque sabes cuánto pesa, hay mucha carga

tal cual un bosque encantado,

donde se adorna con el cantar de las aves y, ¡Já! a veces, lo aletarga

pero en el fondo siempre existe ese antro enlutado.

 

No hay luz sin oscuridad, dicen los entendidos

fiel reflejo de tu andar, volar, estar

y a pesar de ello siempre dejas un farol encendido

para aquellos que extravían su alma en su trajinar.

 

No ceses en ello, que lo hace más intenso

te hace un ser tan discordante

y lo reafirmo cada vez que te pienso.

 

No es tu menester asumir dichos agobios

a veces lejanos, otros tan adyacentes

y eso que, incluso para mí, son oprobios

que buscan el lenitivo de tus palabras tan conscientes.

 

FORLACK