El extraño mundo de la tienda... PARTE II.
Quería continuar con mi narración acerca de los animaloides (nombre creado hace pocos segundos)pero creo que lo que sucedió hoy fue más importante y me hace postergar mi intención.
Luego de tres períodos diarios de semi-descanso, volví a ese mundo. Tomé una de mis aeronaves terrestres de dos patas, y me dirigí con las ganas de volver a ver a mi manada, mi gran manada. Todo bien, buen día, lindo día, fumando bocanadas de cigarro que a pesar de las toxinas, de alguna u otra forma me oxigenaba el cuerpo.
Al llegar, grande fue mi sorpresa cuando uno de los integrantes (Titis Voladis) se despidió al momento de saludarla. Algo raro sentí en el ambiente pero no lo confirmé sino hasta llegar a la Isla de mi continente. Era cierto, los mal llamados Dioses de mi mundo la desterraron sin rumbo fijo.
Sentí, en un principio, que algo no entendía, no lo asumí de primeras. Los rostros del resto de mi manada eran de funeral... y yo ni siquiera alcancé a despedirme.
No fue sólo eso, sino que los Dioses no contento con ello, expulsaron a otra especie : Rockerus Falladus, una especie de rockero convencional mezcla de un demonio hard y el angel más tierno.
Todo era confusión... hasta que para colmo de males veo a un ser alienígena que llegó a mi continente. Lo bauticé de inmediato: Apestosus Chalaquerus. Es un ente indeterminado que balbucea mentiras mientras soborna a otras especies a cambio de los frutos que logra con sus habilidades.
En fin. De verdad y siento la partida de la integrante de mi manada. En el poco tiempo había ido convirtiéndose en un ser especial que a pesar de sus sarcasmos sé que en parte entendía lo que en mi nativo lenguaje intentaba expresar. Dios mediante, espero que en su nuevo mundo logre encontrar una manada complementaria, pero que no sea lo suficiente como para que olvide a los antiguos seres que ya comienzan a extrañarla.
Luego de tres períodos diarios de semi-descanso, volví a ese mundo. Tomé una de mis aeronaves terrestres de dos patas, y me dirigí con las ganas de volver a ver a mi manada, mi gran manada. Todo bien, buen día, lindo día, fumando bocanadas de cigarro que a pesar de las toxinas, de alguna u otra forma me oxigenaba el cuerpo.
Al llegar, grande fue mi sorpresa cuando uno de los integrantes (Titis Voladis) se despidió al momento de saludarla. Algo raro sentí en el ambiente pero no lo confirmé sino hasta llegar a la Isla de mi continente. Era cierto, los mal llamados Dioses de mi mundo la desterraron sin rumbo fijo.
Sentí, en un principio, que algo no entendía, no lo asumí de primeras. Los rostros del resto de mi manada eran de funeral... y yo ni siquiera alcancé a despedirme.
No fue sólo eso, sino que los Dioses no contento con ello, expulsaron a otra especie : Rockerus Falladus, una especie de rockero convencional mezcla de un demonio hard y el angel más tierno.
Todo era confusión... hasta que para colmo de males veo a un ser alienígena que llegó a mi continente. Lo bauticé de inmediato: Apestosus Chalaquerus. Es un ente indeterminado que balbucea mentiras mientras soborna a otras especies a cambio de los frutos que logra con sus habilidades.
En fin. De verdad y siento la partida de la integrante de mi manada. En el poco tiempo había ido convirtiéndose en un ser especial que a pesar de sus sarcasmos sé que en parte entendía lo que en mi nativo lenguaje intentaba expresar. Dios mediante, espero que en su nuevo mundo logre encontrar una manada complementaria, pero que no sea lo suficiente como para que olvide a los antiguos seres que ya comienzan a extrañarla.