Un día de pena y reflexión. Léelo Karol.

Karol:

Nunca he sido realmente alguien que se apegue a una ideología ni a un sistema. Me cuesta ser partícipe de principios que puedan marcarte dentro de un límite establecido. Tener que regirme bajo normas, estatutos y/o reglamentos lo que a mi juicio, va privándome y muchas veces no dejándome ser. Tal vez por eso y mucho más que no logré en un primer momento ver tu grandeza, ver tu porte y sentirme parte del mundo que me querías mostrar.

Ya van años conociéndote Karol, de verdad. Primero oí de tí como una persona lejana, sin importancia "otra más", pensé en aquel momento. Pero no. Marcaste mi vida y la de muchos más, entregando un amor sincero, fiel y transparente. Un amor a toda prueba.

Verte débil es lo que me duele. !!!TÚ QUE ME ENSEÑASTE LO QUE ES LA FUERZA¡¡¡¡ Lloré de una forma que nunca imaginé.. y hoy volví a hacerlo. No logro entender. En mi mente y mi corazón no existe cabida para tu dolor, para tu padecer. Pienso ahora en ello y un nudo en la garganta no me deja si siquiera respirar. Quiero seguir viéndote, no quiero que me dejes.

Sé que hemos de separarnos puesto que Dios y el destino como tal, así lo desean. Me entregaste tu vida, tus conocimientos pero por sobre todo tu infinito amor. Y disculpas te pido de corazón por nunca haber tenido la valentía de haber aceptado que también siento lo mismo por tí, un amor sin límites.

Creo Karol, que ahora nuestras vidas comienzan a separarse en algunas horas o días, pero ten por seguro que la huella que dejaste en mí, no se borrará jamás. Siempre serás para mí Juan Pablo II.